La Vuelta al Mundo en MotoGP

lunes, agosto 28, 2006

Relaciones personales (II)


Cuando escribí un relaciones personales I era porque pensaba en un II, y no sabía si en alguno más. Será sólo un II. He ido leyendo todos los comentarios que se han ido dejando y sería imposible comentarlos. Tampoco es el propósito de este blog. Lo único que intento es transmitir cosas que ocurren dentro del paddock del Mundial de Motociclismo porque entiendo que no mucha gente tiene acceso a él. El Mundial ya no es una cosa de coches con remolque, pilotos llevando sus camiones, y mecánicos trabajando por un bocadillo y por devoción y amistad. Ahora es un hervidero de intereses de todo tipo, muchos, la mayoría, económicos. Pero sí que hay una cosa: la inmensa mayoría de la gente que esta allí es por voluntad propia, y en casi todas partes se respira la pasión por este deporte (os aseguro que eso incluye a los denostados, por algunos, periodistas). La que sienten seguro los que pierden el tiempo leyendo esto. Nadie duda del valor de los pilotos, y de su valía profesional. Son el esqueleto de todo esto. Hay que pensar que el ejemplo no está en Rossi o Pedrosa. Muchos se suben a motos de no mucha calidad, y eso incluso pagando. Rossi y Pedrosa son dos fuera de serie. Cada uno tiene un estilo. A unos les gustará más uno, a los otros el otro. Los dos son campeones del mundo, auténticos triunfadores. Casi nada.
Esto de las relaciones personales no dice nada sobre los pilotos como deportistas. Pero intenta dar una pincelada de cómo se les ve, o cómo les veo yo, después de convivir con ellos tres meses completos al año viajando por todo el mundo. Quería hablar, en este último post sobre estas cosas, de la relación Lorenzo-Barberá. Hay que saber de partida que por un lado son como la noche y el día, y por el otro iguales. Desde las peleas en 125 su relación ha sido complicada. Y no es que antes de eso se hablasen. Lorenzo siempre ha sido serio, poco hablador, y con un carácter complicado. Se enfada mucho si las cosas no salen como el quiere (aunque ahora se está controlando mucho). Barberá es muy extrovertido, puro nervio. No hay quien le pare y ese carácter influye en su forma de plantear este deporte. Es muy desordenado y eso le hace desperdiciar talento. Giorgio sin embargo va muy encauzado y es muy concienzudo. Los dos son artistas a su manera, pero quizá Barberá lo sea más al estilo clásico, el de la inspiración. El domingo de Valencia 2004 se supo que iban a ser compañeros. Barberá era subcampeón del mundo y era la joya de la corona. Amatriaín decidió que Lorenzo también debía subir de categoría. El patrocinador estaba encantado con lo que había juntado. Me encontré con Jorge en el paddock ya de noche, y le di la enhorabuena. Y sonrió cuando le dije que vaya pareja que iban a hacer ellos dos juntos. Se imaginaba el tinglado. Los dos se creen los mejores, y en cierta medida se temen. El peor momento de la brillante temporada de Lorenzo coincidió con la mejor parte de Barberá. No sé si es una casualidad, pero a Jorge le desquiciaba no verse por delante de Héctor. A este también le fastidia, pero su anarquía le impide utilizar esa energía a su favor. Lo que es cierto es que se odian. En el buen sentido de la palabra, si es que lo tiene. Lorenzo era más feliz con Barberá lesionado y Debón de palmero. A lo mejor llega el momento de las órdenes de equipo. A ver qué hace Héctor. Debería seguirlas, pero puede también que en ese momento ya sepa que su futuro va a estar lejos de su actual compañero. Y puede que piense que no le han tratado igual que a él y que eso del equipo es una chorrada. O puede que le ayude. Sea como fuere, y sólo hay que tirar de historial, las grandes rivalidades también nos han alimentado. ¿O no da más morbo ver una pelea en la pista sabiendo que no sólo se dirime una carrera si no también viejas cuentas? Guste o no, ha sido, es, y será parte de este deporte.

jueves, agosto 24, 2006

Relaciones personales (I)


Bueno, no suelo hacer esto pero, viendo que ha habido alguna petición al respecto, comentaré cuestiones de relaciones personales que se dan en el paddock. Quiero dejar bien claras dos cosas: una, que entiendo ese gustillo morboso por saber de estos temas, son preguntas que la gente que conozco me ha hecho algunas veces; dos, que aquí si que es difícil ser objetivo porque en el fondo las relaciones personales mandan.
La dimensión de Daniel Pedrosa como deportista es, hoy por hoy, una incógnita. Un amigo me planteaba el otro día en Brno esta cuestión sobre la posibilidad de que Dani fuese campeón del Mundo esta misma temporada: "Si Pedrosa le gana el título al mejor piloto de la historia entonces ¿cómo le definimos a él?". Pero si te lo cruzas no te da la sensación de que estés ante nadie especial. No transpira misticismo deportivo. Hay un tópico manido sobre que la carrera deportiva de Dani es en gran parte fruto de Alberto Puig. Puig no dejó de ser un buen piloto sin más. Él fue capaz de ver en ese piloto lo que nadie veía. Yo creo que, además de talento, lo que vio Puig fue permeabilidad al aprendizaje. Los pilotos no son lo que se dice unas lumbreras. Son niños sin demasiada educación y con prisa y ansiedad por llegar. Pedrosa no. Su carrera ha estado siempre programada a la perfección, ningún paso se ha dado antes que otro. Hay más beneficios que ha aportado Puig a Pedrosa: Alberto ha sabido darle siempre las mejores motos y los mejores equipos técnicos. Esa es una suerte para Dani. Ser el niño mimado de Honda o de Dorna no es moco de pavo. En ese sentido, otros no lo han tenido tan fácil. Aunque seguramente nadie lo habría aprovechado como él. Hay dos hitos en la carrera de Dani aparte de los tres títulos: uno, ganar la primera carrera de 250 en Sudáfrica en 2004, nada más llegar; dos, subir al podio en Jerez en su primera carrera de MotoGP. De puertas para afuera Dani sabe que tiene que decir que es muy feliz con lo que ha hecho y que no se esperaba un debut así. De puertas para adentro, da la sensación de que quiere el título, que ese es el objetivo. Si no no se entenderían sus enfados cuando los resultados no son perfectos (no buenos, porque eso es casi siempre). En lo que respecta a Pedrosa y Puig como personas, eso entra dentro de la experiencia personal de cada uno. Sé que Puig va a muerte con los suyos: si estás con él, te defiende. El problema es que tiene metido en la cabeza que hay mucha gente que va a por él, y le transmite a Dani esa defensa hacia los "enemigos". Me acuerdo de lo que dijo Puig nada más terminar la carrera de Australia del año pasado donde consiguieron el título. Se acordó de los que no estaban allí porque de ellos dijo que no creían en Dani, en relación a algunos periodistas. Era como si el mayor disfrute del éxito conseguido fuese restregárselo a otros. Y Pedrosa comulgaba con ese razonamiento. Claro que en el paddock hay enemigos pero, obviamente, a la prensa le interesa Dani. Aunque le interesaría otro Dani, no el que se defiende cuando le preguntan en vez de contestar amablemente. Yo he visto a periodistas que han terminado diciendo "a ver si le gana Rossi a este". No son simpáticos, eso sin duda. Muy pocas veces he conseguido ver a un Dani simpático. Le recuerdo con cara de niño llorando con el primer título, el de 125. Y celebrando por la noche el éxito en Kuala Lumpur. Poco más. En las distancias cortas, y fuera de trabajo, charlando, corta rápido las conversaciones. Yo no digo que eso sea ni peor, ni mejor. Pero es normal que al final las simpatías de los que trabajan por allí se vayan hacia otros lados. Insisto, es una opinión personal. Ya que he entrado en el juego, escribiré alguna cosa más sobre estos temas. Por cierto, si no lo he dicho, Pedrosa es un piloto increíble.

martes, agosto 22, 2006

¡Viva Capirossi! ¡Y vivan las vueltas 17 y 18!


Cuando uno espera mucho de una cosa y esa cosa se lo devuelve, es magnífico. La carrera de ayer de MotoGP no fue una maravilla estética como otras que hemos vivido este año por ejemplo en Italia y Alemania. Pero antes de que se apagasen los semáforos el domingo la batalla de Brno nos planteaba muchas cuestiones. Y a eso de las tres menos cuarto nos había dado muchas respuestas.
Primera: el Mundial es cosa de 5, más de los que creíamos. Hayden mostró una tremenda debilidad como líder. Tiene un colchón importante de puntos pero la sensación que ha dejado es que no le van a valer de nada. Es precipitado decirlo, porque nadie ha dado explicaciones convincentes de qué le ha pasado. Puede que haya una razón lógica y que esto sólo haya sido un pinchazo. Pero le están apretando tanto por detrás que aunque acabase todas las carreras en el podio no tendría garantizado nada. Los otros cuatro son Pedrosa, Rossi, Capirossi y, en menor medida, Melandri (en mucha menor medida). La superioridad de Loris fue brutal. Y lo mejor es que en circuitos como Malasia, Australia o Japón, la combinación Bridgestone-Ducati puede ser igual de demoledora. De Dani y Valentino poco se puede decir que no se haya dicho ya.
Segunda: ¡Viva Capirossi! El brutal accidente de Barcelona ha dejado a Loris en K.O. técnico durante demasiadas pruebas. Me da que las cuatro después de Montmeló, más el cero que sumó en su casillero de esa carrera. Ahora sería un candidato más firme todavía. Las grandes dudas aparecerán en Estoril y Valencia. Pero lo de ayer fue bestial. Arrasó de principio a fin, nadie le vio el pelo. Vale que ese conjunto Bridgestone-Ducati da esas paradojas, pero para llevar eso a buen puerto hace falta un pilotazo de la talla de Capi. Muchas veces le hemos visto literalmente pegándose con su moto. Una aceleración brutal y una brusquedad tremenda en la entrada en las curvas que le obligan a dominarla como si estuviese en un rodeo o algo así.
Tercero: las vueltas 17 y 18. Ese sí que ha sido el primer duelo de verdad Rossi-Pedrosa. Valentino se quitó el casco y estaba empapado de sudor. Y eso no es normal en él. Pasó las de Caín para evitar caer derrotado en este primer aperitivo de lo que se nos puede venir encima. Ni suciedad, ni agresividad, ni nada de nada. Lo de ayer era motociclismo puro. Si me quieres adelantar, chaval, tendrás que jugártelo al todo por el todo. Es increíble lo que está haciendo Dani este año. Ayer aprendió una lección más de esos 6 adelantamientos que se jugó con Vale y plásticamente consagraron lo que se nos puede venir encima.
En tres semanas nos vamos a zampar tres carreras en la otra punta del planeta. Malasia, Australia, Japón. En Sepang el mix Ducati-Bridgestone-Capirossi es temible. Y ese es uno de los circuitos en los que mejor se desenvuelven Rossi y Pedrosa. El líder parece asustado. ¿Quién da más?

sábado, agosto 19, 2006

La guerra psicológica...


Quince minutos después de que haya empezado a escribir esto van a empezar los segundos entrenamientos oficiales del día y en pocas horas tendremos las parrillas de salida. La carrera de Brno suele ser siempre muy movida porque todo el mundo está ya a plena maquinaria para posicionarse de cara al año que viene. La pinta que tiene es que, sobre todo, van a haber muchos cambios en las categorías pequeñas. Y en 250 sobre todo motivado por la subida de mucha gente del 125. Al revés que el año pasado. Hace apenas otros quince minutos que Aprilia ha confirmado lo que todo el mundo sabía, que Jorge Lorenzo se va a quedar un año más en el cuarto de litro como piloto número uno de la marca italiana. Ha habido una anécdota curiosa en el acto cuando Héctor Barberá ha pasado por detrás de los que estaban anunciando la noticia mientras iba a cambiarse después del libre de la mañana. Curioso porque seguro que a Héctor no le hace mucha gracia todo este ensalzamiento de la gente de Aprilia hacia su máximo rival. Lo que decía de que aquí cada uno se siente el mejor.
Los entrenamientos, hasta ahora, están siendo relativamente tranquilos. Lo más destacable fue lo del segundo de ayer de MotoGP. A falta de más de media hora para el fin de la sesión, Valentino Rossi hacía algo inusual: montaba neumáticos de calificación y dejaba su tiempo durante casi toda la sesión en lo más alto de la tabla, con algo más de un segundo sobre el resto. Una maniobra psicológica que algunos calificaban de patochada pero que tenía los efectos buscados. Todos los pilotos veían a Rossi arriba, diciendo, "¡Eh! Estoy aquí...", y esa sola presencia se nota que les asusta (puede que el único al que todo esto le de igual sea a Dani Pedrosa que tiene una piel dura para estas cosas). El factor psicológico es muy importante, Valentino lo sabe y es el que mejor lo controla. Luego pasará lo que tenga que pasar, pero de momento nadie se atreve a descartarlo. Y no es por una cuestión de respeto, delicadeza o educación. Es que de verdad no se fían de descartarle. Dos minutos y medio para que empiece 125...

viernes, agosto 18, 2006

Primer momento definitivo



Ayer llegamos a Brno y esta mañana ya están las motos en la pista. De momento sin grandes novedades deportivas y con todo el mundo pendiente de cómo queda el panorama tras el GP de la República Checa. Los tres títulos están en el aire y se respira que lo que pase este domingo va a ser bastante definitorio. Definitorio de si Lorenzo está en la línea ascendente y Dovizioso en una algo más cuesta abajo; de ver cuántas carreras le pueden sobrar a Bautista o si todavía queda margen para que algo inesperado le dé vida al campeonato; y, sobre todo, de saber si Hayden es todo lo sólido que se empieza a decir que es, si Pedrosa es todo lo peligroso y candidatable que se vislumbra, y de si Rossi está muerto o no. También el mercado empieza a entrar en su punto de ebullición. ¿Se quedará Sete sin la Ducati? ¿Quién la ocuparía? ¿Qué va a pasar con Hayden que termina su contrato con Honda respirando preferencias de los japoneses hacia su compañero de box? ¿Volverá Biaggi? ¿Dónde terminará Stoner cuando termina el plazo de la opción que tiene en el contrato Cecchinello sobre él? Muchas cuestiones interesantes. Interesante fue también el viaje hasta Brno. Cogimos un enlace desde Munich en un mini avión de apenas 40 plazas o así y veníamos con Aspar, Faubel, Terol y Barberá. Los pilotos venían con un mono tremendo de motos después de un mes fuera de las carreras. Y te contaban que ya no sabían qué hacer en el verano. A Héctor se le veía casi enrabietado por hacerlo bien, en un circuito que le gusta mucho, en el que no ha conseguido todavía un buen resultado por unas cosas u otras. Y además, él tiene la sensación (no es que lo diga) de que es el mejor, y que no está peleando donde debiera. Eso le tiene que pasar a todo piloto ambicioso: tienen que sentirse los mejores, desde el respeto, pero los mejores. A ver cómo termina este primer día.

miércoles, agosto 16, 2006

¿No me suena a mí este de algo?


Mañana viajo a Brno, y a partir de entonces contaré lo que esté pasando por allí. Hay ganas, confieso, o más aún, hay mono. Me parece increíble que un mes después de la última carrera, y más de un mes de la última visita a un circuito, ya sienta la ansiedad por oir motores y oler a motos. Será una de las magias de este deporte. No me apetecía volver por enésima vez a elucubrar sobre lo que está pasando este fantástico año, y que si fulanito tal o menganito cual. Hoy me he acordado de una cosa que me pasa cuando paseo por el paddock desde que estoy por allí. Y es una pregunta, la del título: ¿no me suene a mí este de algo? Además de ex pilotos reconocidos que hacen de Team Manager como Gresini, Cecchinello, Puig, Roberts, D'Antin, Aspar o menos conocidos como Amatriain, más gente como Borsoi que sigue por allí de hombre orquesta (director deportivo de Aspar, probador de Aprilia, socio de Seedorf), más clásicos desarrollando otros papeles como Nieto, Mamola o Pons (o Schwantz, al que últimamente se le ve mucho) hay otros cuyos nombres como piloto o cuyas funciones en el paddock les hacen, digamos, más sorprendentes. Por ejemplo, el super técnico de KTM Harald Bartol compitió en el Mundial en los 70 en 125 y 250 logrando 6 podios y siendo 4º en la general final de 1978 con una Morbidelli. Maurizio Vitali, que se las vio en los 80 con el 12+1, ganando un par de carreras con una MBA, es el responsable de los cascos AGV, y una de las personas del entorno de Rossi. Luca Boscoscuro que corrió en 250 en los 90, es director deportivo en Derbi; Harald Eckl, el jefe de Kawasaki, también se tiró todos los 80 en la pista en 250 sin conseguir nada reseñable, de los que rellenan parrillas; Jacques Hutteau, que es el máximo responsable de Elf en los circuitos, también corrió en 50cc y en 125 hace más de 20 años; el austriaco Mike Leitner, técnico exitoso de Dani Pedrosa, también fue piloto, en 125 y también en los 80, sin brillar demasiado, aunque llegó a terminar 10º el Mundial del 87; el belga Olivier Liégois, que en una época fue uno de los técnicos más reputados del 125, también se peleó en el octavo de litro sin demasiada fortuna; y más, y más personas que llevan metidas en este mundo desde hace mucho, que vivieron las carreras, que soñaron con triunfar. Alguno lo consiguió, muchos no, pero me parece curioso cruzarte con tanta gente que en una época se tenía que poner el mono durante estos largos fines de semana, y que ahora se centran en otras cosas. (Y Sabbatani, Reggiani, Matteoni, Azuma, Molenaar, Nöhles, Stadler, Spaan, Uncini...)

Nota: el de la foto es Bartol

martes, agosto 08, 2006

Balance MotoGP: ¿Aguantará Hayden?


Acostumbrados a siete años de tiranía (divertida, en parte, porque el actor protagonista lo hace así) lo de este año está sabiendo a manjar de dioses. En el transcurso de más de una carrera he oído (o he participado en) discusiones acerca de si esta carrera es más o menos bonita que aquella, más o menos espectacular. El GP de Alemania, con los cuatro primeros del Mundial en cabeza, fue plásticamente una delicia. La de Italia generó titulares sobre su grandeza. Estamos viviendo uno de los mayores espectáculos en la clase reina que se recuerdan. Es difícil encontrar a algún piloto que esté decepcionando en mayúsculas. A Valentino Rossi se le están sumando muchos factores externos, y alguno interno, que están provocando la gran sorpresa de no verle al frente de la general como el gran favorito. Las razones darán lugar a muchas interpretaciones: que la moto no está como debería de estar, que si la mala suerte, que si esa mala suerte la han vivido todos alguna vez y que ahora apechugue, que esa mecánica que ahora no le ayuda le ha estado ayudando en toda su carrera... Todas estas posibilidades le dan salsa al tema. Pero me parece que, por muy mal que esté, a Valentino se le espera en cada GP, se le busca con el rabillo del ojo. Está prácticamente descartado para el título, pero prácticamente. Muy pocos afirmarían ahora con rotundidad que no lo va a ganar sin que en algún punto de sus cerebros no quede esa pequeña duda. Gran parte del estado de Rossi viene provocado por el estado de sus rivales. Hayden y Pedrosa están haciendo una temporada magnífica. La grandilocuencia no es buena, pero lo de Dani es alucinante. Podrá tener un gran apoyo de HRC, una gran moto, el mejor equipo, lo que sea, pero está demostrando cosas que eran intuibles, pero que, como lo que decía con Vale, era difícil que alguien lo hubiese firmado a principios de la temporada. Está lejos de Nicky pero, ¿y si gana el título? Hayden se lo va a poner difícil. Está siendo tremendamente regular, y en este año se está viendo por qué se apostó en él en 2003. Algo tenía. Y eso que en su lucha por el Mundial no eestá teniendo un apoyo masivo de Honda. Será por eso que otras escuderías le están mandando mensajitos para que se una a ellos, entre los más sonados, los de Ducati. ¿Del resto? Probablemente, sin el desastre de Montmeló, Capirossi y Melandri habrían tenido algo más que decir. Marco apura sus opciones, pero no parece que dé la talla. Aunque habrá que recordar que su final de 2005 fue el mejor de todos los pilotos de la categoría. Sete también se ha visto penalizado por aquel accidente, aunque en su caso no se puede saber qué habría hecho, porque su temporada continuaba en la senda errática que venía marcando desde hacía tiempo. No errática por su culpa, si no por todo lo que le estaba rodeando. Han sido buenas noticias la reaparición de Roberts Jr. con la moto de su padre, y la buena línea de Hopkins (y Vermeulen) con Suzuki. Y el rendimiento de Checa con el conjunto M1-Dunlop. Quizá lo más decepcionante ha sido la desaparición de Tamada, piloto que llegó a apuntar buenas cosas hace no tanto tiempo, y el desastre de temporada de Toni Elías. Ni Crivillé sabe qué hacer para sacarle de donde está...
Este repaso no tiene ningún sentido porque todo puede cambiar en las próximas seis carreras. Es lo bueno que tiene este año. La lástima será si se está jugando el título en Asia, porque eso obligará a madrugar a más de uno. Pero, y espero no equivocarme en esto, el esfuerzo va a merecer la pena. En una semana y poco estamos en Brno. Continúa el espectáculo.

jueves, agosto 03, 2006

Balance 250: el nuevo Lorenzo


El cuarto de litro ha ofrecido grandes momentos esta temporada, y otros no tan grandes. Me da la sensación de que ha sido un año algo irregular, como su líder. Jorge Lorenzo se sumió en un bache tras la carrera de Turquía que en algunos momentos tuvo una pinta desastrosa, por toda la truculenta historia personal que se aireó y que poco debería de haber importado en lo que a deporte se refiere, que es en lo que estamos. Su bioritmo ha marcado el año, y tras ese parón nos hemos encontrado un Giorgio capaz de sonreir cuando no gana, y capaz de medir en carrera cuando un resultado es bueno para su lucha, que no es otra que el Mundial. Y este título, si se lo juega con alguien, será con el italiano Dovizioso. Andrea es tremendamente regular, pero está sufriendo varios golpes este año. Primero, parece que su moto, la Honda, no es demasiado competitiva frente a las Aprilia. En la fábrica japonesa están muy ocupados y preocupados en MotoGP y en el proyecto 800cc, y pasan un poco de las categorías pequeñas. De hecho, hablando con el máximo responsable de 125 (un alemán llamado Stadler que fue piloto), me confesó que hasta Brno no se iban a reunir para decidir qué iban a hacer en el futuro más cercano con el 125 y el 250. También el técnico de Dovi comentaba que desde Turquía no les habían dado ni un tornillo nuevo. Lo raro de todo esto es que, su compañero de equipo, Yuki Takahashi, ya ha ganado una carrera más que Andrea, y que en Alemania se mostró rapidísimo. Habrá que afinar para saber la verdad. Ese GP, el de Alemania, dejó al piloto japonés del equipo Humangest como la revelación del año, y a Alex De Angelis como el piloto que jamás será capaz de ganar una carrera. Fue sorprendente que con la distancia que sacaba, lo perdiese todo en la última curva. No ha ganado ni una carrera en el Mundial, ni una, y eso que siempre ha sido muy rápido. Me da que a este le falta un poco de cabeza. Del resto de este primer sector grande de Mundial me quedo también con la sensación agridulce sobre el papel de Héctor Barberá. En su mejor momento, se le rompe primero la moto en la salida, y luego él. No está siendo muy regular, pero habrá que esperar. También quedará este año como el de la extraña retirada de Sebastión Porto, con 27 años, algo a lo que pocos encuentran demasiado sentido. Tal vez ha sido la gran decepción, porque el resto más o menos se ha movido por donde se esperaba. Aunque quiero destacar lo bien que están yendo las KTM (bueno, la de Aoyama porque Poggiali es una sombra de lo que llegó a ser). El mismo Bartol me dijo el otro día que ni él pensaba que iban a estar tan pronto arriba.
Quedan seis carreras, y con dos puntos de diferencia entre Lorenzo y Dovizioso, todo por decidir. Vamos, nada más y nada menos que un título.

martes, agosto 01, 2006

Balance 125: la dictadura de Bautista


Ha pasado ya un buen porcentaje del Mundial y estamos justo ahora en el parón más grande de la temporada. Los pilotos están descansando y seguro que la mayoría de ellos han pensado de una u otra manera en el final del año y en cómo quieren terminarlo. Viendo cómo han sido estos 10 GGPP (11 en MotoGP) y lo que pensaba antes de que empezase el año, me he planteado hacer un balance por categorías de este 2006. Empiezo.
Lo del octavo de litro tiene una primera lectura clara: Bautista y Aprilia han arrasado. La marca de Noale les ha cogido el paso a KTM y Honda (las motos naranjas ganaron el título de constructores en 2005 por delante de los japoneses) y les ha pasado de largo. Se ha llevado ocho victorias y 23 podios de los 30 en liza. Y Álvaro ha subido al podio en 9 de las 10 carreras, y no lo hizo en todas por un problema mecánico en Francia, prueba que iba a ganar sin dudas. Sin este contratiempo los números serían ahora mismo escandalosos: le sobrarían 3 carreras y habría sumado 217 de los 250 puntos posibles. Y además hay que pensar que con Pasini ha perdido dos pruebas por 1 y 10 milésimas (Italia y Alemania), y Kallio le levantó Assen en la última chicane. No estoy queriendo decir que "y si...", si no lo cerca que ha estado siempre que no ha ganado. Porque todos los demás se han dejado puntos por una razón u otra. Está claro que esta situación era impensable a principios de año, por mucho que Bautista pudiese estar entre los candidatos. Obviamente, lo que más ha defraudado ha sido Honda. Ni el campeón del Mundo, Luthi, ni el otro piloto con material de primera, Talmacsi, han aparecido demasiado. El húngaro, nada. El suizo por lo menos se dejó notar con la victoria en Le Mans. No son sólo estos nombres los que han fallado. Se esperaba más del japonés Koyama, una de las revelaciones del año pasado, y de Ángel Rodríguez, que había hecho un gran final de 2005 con el equipo Toth y una muy buena pretemporada. Los jóvenes que debutaron en 2005 también tendrían que haber tenido algo de más presencia. Nombres como Iannone, Zanetti, Masbou o Espargaró que en su debut asomaron en algunas carreras, apenas han sido capaces de pelearse por pillar unos puntillos. En el caso de Aleix, ni eso, lo que le ha terminado llevando a 250.
Una categoría como que nos tenía acostumbrados a peleas en grupo de gran calidad ha perdido gran parte de su emoción. Pero creo que va a dar muchas batallas de aquí al final. Me voy a fijar también en tres nombres de aquí a Valencia: el primero el de Nico Terol, que sin hacer mucho ruido se está empezando a acostumbrar a los puestos de cabeza; segundo, Bradley Smith, un piloto que hizo un gran Campeonato de España el año pasado, que está en un equipo que le da muy buen material, y que ya ha puntuado dos veces; y, por último, Pol Espargaró, que fue la sensación en el GP de Cataluña este año y que va a disputar lo que queda de Mundial. Un dato sobre este último: estuvo entrenando en Brno antes de Alemania con gente como Kallio, Bautista, Talmacsi, Luthi, Pesek o Terol. El circuito checo pasa por ser uno de los más difíciles del calendario, y era totalemente nuevo para él. Se quedó a 3 décimas del mejor tiempo del líder del Mundial...