La Vuelta al Mundo en MotoGP

martes, junio 10, 2008

El sibarita


La carrera de Cataluña del pasado domingo dejó, a mi entender, una cosa perfilada de cara a lo que resta de campeonato. Hay cuatro pilotos capaces de ganar carreras pero me da que dos para ganar un Mundial. Valentino Rossi lo ha venido demostrando con sus tres victorias consecutivas, con la pelea en Montmeló y con el trabajo que ha hecho en el momento gris de inicio de temporada con los Bridgestone y la Yamaha. Se parece al Rossi de siempre, y eso es mucho. Dani Pedrosa ya ha ganado dos GGPP este año, los dos se podría decir que 'a lo Pedrosa'. Las salidas de la RC212V son espectaculares. Montmeló es uno de los circuitos (también Mugello) donde pude ver en primera línea cómo se activan las motos nada más apagarse el semáforo. Y es espectacular. Tanto Pedrosa, como Hayden, pero lo de Dani es increíble (ya nadie se acuerda de los problemas de embrague arrastrados por Honda durante 2007, con esa simbólica ridícula caída en Phillip Island en el warm up - si alguien no se acuerda, que lo busque en youtube -). En Jerez y en Barcelona se llevó las carreras de esa manera incontestable, sin que nadie le hiciese sombra. Ni una queja hacia la moto, ni una hacia los neumáticos. Da la sensación de que si algo le disturba, pierde algo de fuelle. Como un buen sibarita, si todo está bien no hay quien le pille. Insisto en algo que me ronda por la cabeza: me falta ver un Pedrosa peleón, agresivo, que ponga ese poquito que le falta a la moto para ganar con el cuchillo entre los dientes. Tipo Laguna Seca 2006, donde construyó un podio desmelenándose en el 'sacacorchos', sacándole las pegatinas a sus rivales. No es posible objetar nada, pero desde fuera de la pista parece que, hoy por hoy, la diversión la pueden poner Jorge Lorenzo y Rossi. Aunque, lo que también es innegable es que Dani huele a campeonato. Es capaz de sacar el mejor resultado posible del peor día, buenos resultados cuando hay inconvenientes, y buenísimos resultados cuando todo está a pedir de boca, al gusto del sibarita (entiéndase siempre en positivo).


Nota: dos halagos. 1, a Simoncelli; su moto es peor que las RSA de Bautista, Debón, Pasini o Barberá, pero el tío está pilotando aprovechando hasta las raspas. 2, Terol; su moto también es inferior a la de sus rivales, Aprilia 'promete' no ayudarle nada, y él sigue resistiendo después de ser un piloto 'rellenaparrillas'.

martes, junio 03, 2008

El sprint


Hemos entrado en un sprint de carreras en el Mundial que va a ser importantísimo para saber quién se va a terminar llevando el gato al agua en las tres cilindradas. Francia, Italia, ahora Montmeló, una semana de descanso y Donington más Assen, otro fin de semana de descanso, y después Sachsenring y Laguna Seca. No fallar va a ser importante y, el que falla, se encuentra con una oportunidad de resarcirse inmeditamente.

El GP de Italia me ha dejado muchas sensaciones. Primero, me ratifico en que este circuito, el de Mugello, es uno de los que más me gustan del Mundial (creo que junto a Phillip Island). El trazado es espectacular, el ambiente tremendo y el sitio donde está enclavado el circuito, en medio de la toscana, precioso. Luego viene lo deportivo.

Estoy muy sorprendido con Valentino, si es que puede sorprender más (por cierto, lo del casco me pareció genial, una de las cosas más divertidas que he visto en el Mundial). Tras dos años nefastos, ha sido capaz de reinventarse, y de qué manera. Ya nadie tiene dudas de que sabía qué hacía cuando dejó Michelin. Hace poco escribí un post sobre una teoría poco contrastada y contrastable de un amigo sobre porqué a Rossi no le quedaba otra opción que marcharse a Bridgestone. Aquello sigue sin poder demostrarse, pero el domingo dijo una frase que me pareció muy curiosa. Contó que, en el momento en el que tenía que decidir qué hacía con los neumáticos, se sentó con sus mecánicos, con su equipo. Alrededor de la mesa y, mirándose a la cara, todos le insistieron que diese el paso hacia delante. E incluso alguno le dijo que, si seguía con Michelin, él dejaba las carreras... Sobre la importancia de ese cambio nos quedamos todos con claves sin poder analizar, sobre todo, saber qué pasaría si siguiese con Michelin, porque los franceses han dado un paso hacia delante considerable. Lo que sí es un factor claro es lo de Yamaha. Rossi apretó a su máximo responsable, Masao Furusawa, y pidió cambios serios. En el motor, sí, pero casi más en la electrónica. Pase lo que pase, el resultado es evidente.


Otro pensamiento de este fin de semana es sobre Jorge Lorenzo. Lo dicen los pilotos, Mugello es uno de los circuitos más difíciles y técnicos del Mundial. Creo que Jorge vivió en Italia su primer GP como novato. Lo hecho hasta ahora era increíble, pero en Mugello sufrió por su inexperiencia. Nunca encontró una buena puesta a punto y, en carrera, pagó un exceso de fogosidad. Vamos, lo que le ha pasado a todos los rookies.


Lo otro con lo que me quedo de MotoGP es con la situaciónd de Dani Pedrosa y de Honda. Respecto a Dani, estoy negativamente sorprendido por su aparente falta de agresividad. Este año se le han visto ganar pocos cuerpo a cuerpo... Y, desde fuera, da la sensación de estar jugando con una calculadora en carrera. En China fue la moto, en Francia e Italia los neumáticos... Por lo que respecta a Honda, hicieron un despliegue espectacular para el debut del motor de válvulas neumáticas en manos de Okada. Obviamente, un tipo de 41 años que lleva ocho sin correr un GP ni puede frenar, ni puede trazar, ni puede acelerar como un chaval de 20. O sea, que su resultado es lo de menos. El motor aguantó todo el fin de semana, y eso es una buena señal. Pero siguió despertando dudas. Hasta en el otrora gurú de HRC, Suguru Kanazawa. Kanazawa no está ya en nada relacionado con motos. Es un pez gordo de Honda y, dicen que será su futuro presidente. Se pasó por Mugello, se fue a una curva, y observó su moto y la de sus rivales. Y no terminó muy contento con la suya.


Más cosas, esto en 250. Sólo un detalle: independientemente de que alguien piense que si Héctor Barberá se podía escapar, que su moto corría más o lo que sea, no se puede permitir NUNCA lo que hizo Simoncelli. Obviamente, nadie va a pensar que quería tirarle, pero la acción era peligrosísima. Como decían los periódicos ayer, Héctor perdió una carrera pero, por suerte, no perdió nada más.


Y termino, con un comentario: ¡cómo me gustan las carreras de 125cc!