Deriva peligrosa

Creo que casi todos los últimos posts habían empezado con una especie de justificación de porqué no estoy escribiendo últimamente, pero con todo el tiempo que llevo sin actualizar ahora no viene a cuento. Ha sido una época complicada de trabajo y me he descuidado. En fin. El último ganador reflejado en el blog fue Dani Pedrosa, tras arrasar en Montmeló. Después de eso, le tocó arrasar a Casey Stoner, en Inglaterra y Holanda. O sea, tres soberanos plomazos de carreras. Ya el año pasado 'sufrimos' durante muchos GGPP, y la perspectiva de que este 2008 torne a la situación de la última campaña da miedo.

Que sólo había cuatro pilotos con posibilidades de ganar una carrera este año ya había quedado claro. Las continuas lesiones de Jorge Lorenzo dejó la cosa en tres. Personalmente, la sensación que me ha dejado esta mitad de curso es que en las carreras actuales sólo se ve cierta diversión si el mallorquín o Rossi se están dedicando a remontar. Lo demás se copia GP a GP. Uno que domina y al que nadie le tose (cada vez está más extendida la versión de que si hay un piloto que consigue poner la moto perfectamente a punto y coger la cabeza nada más salir, es imposible darle caza); grupitos de intermedios tipo Dovizioso, Edwards, Capirossi, Hayden; y los que hacen el ridículo atrás, sobre todo Melandri, un poco Elías y con más ganas que calidad, Guintoli y West. Total, carreras predecibles, para una parrilla que alinea menos motos que nunca (ya van dos veces que no se han repartido todos los puntos).

Todo esto me parece que lleva una deriva peligrosa para la competición. Primero, las fábricas hacen pocas motos. Algunas como BMW, Aprilia y KTM ya se han decantado por Superbikes. Segundo, los equipos parecen tener poco dinero. Tercero, las motos sólo evolucionan si arreglan la electrónica, lo que hace que cada vez se aumenten más los esfuerzos en esta materia, y que las motos sean menos 'naturales'. Y, por último, da la sensación de que hay déficit de pilotos. Con este panorama, dinosaurios como Edwards o Capirossi tienen el futuro garantizado (su papel es más que digno), a lo que se añade que se esté hablando del regreso de Gibernau, muy probablemente para Brno. Además, algunos como Guintoli o West no parece que den la talla. Un panorama desalentador.

A mí me parece que ya hay muchas pistas de que la situación no es la mejor. Falta que los que mandan y deciden se den cuenta de algo sobre lo que creo que casi todo el mundo ve. Y que le pongan una solución antes de que el espectáculo termine desapareciendo.