Trabajo en silencio

Indudablemente, tanto Honda, como Yamaha y Ducati son, por derecho y por resultados, las que dominan el cotarro de MotoGP. Sobre todo sus tres equipos oficiales. No es por la victoria de Chris Vermeulen, ni sólo por lo que pasó en Francia, pero hay una sensación en el paddock de que hay dos marcas que están creciendo muy rápido, y que podrían en breve aspirar a algo más que a ser comparsas: Kawasaki y Suzuki. La llegada de la nueva cilindrada les ha favorecido. En Suzuki dicen que el trabajo del año pasado estaba planteado como un paso para la llegada de las 800. Yo siempre tuve mis dudas respecto a esto, pero sea como fuere, el nuevo motor encaja como un guante en el antiguo chasis de la temporada 2006. Kawasaki está intentando reinventarse, y se puede considerar la revelación de la temporada. Creo que es una moto mucho más competitiva de lo que sus resultados dictan. El dúo Suzuki, Hopkins-Vermeulen es muy joven. No dudo de su calidad, pero están algo verdes. Sin embrago, la pareja De Puniet-Jacque es más sospechosa. Sobre todo en el caso del campeón de 250 porque, aunque Randy nunca ha llegado a hacer grandes cosas, sí que es un piloto con algo. De todas formas, el mejor detalle para tomar la temperatura a las dos fábricas, es el mismo mercado. Sí, faltan muchísimas carreras, pero este año las cosas ya se mueven. Que se hable de pilotos como Melandri o Capirossi para recalar en Suzuki y Kawasaki ya es una buena pista. Con buen criterio, cuando los resultados mecánicos llegan, toca sembrar el lado deportivo. Es pronto para decirlo, pero los movimientos de pilotos entre marcas de cara a 2008, prometen.