¿Y Loris?

El receso del Mundial es más largo de lo que incluso esperaba después de haber entrado en la vorágine del final de la pretemporada y de Qatar y Jerez. Vamos, que es como arrancar fuerte y pegar un frenazo cuando más a gusto te estás sintiendo. Pero bueno, a partir de Turquía todo se acelerará y no me acordaré de esto. Pensando en lo que ha deparado el principio de temporada, reconozco que el piloto que más negativamente me ha sorprendido ha sido Loris Capirossi. No ha estado en ningún momento delante, y eso en él es complicado. Está claro que, para empezar, no se siente a gusto con los Bridgestone de calificación, porque casi siempre, pasase lo que pasase después, en el momento clave del entrenamiento oficial siempre daba el do de pecho. La marca japonesa llevó al test de Jerez un nuevo compuesto, que sólo probaron Melandri y Elías (Stoner y las Ducati de D'Antin no estuvieron en la segunda jornada, y Loris se marchó después de la carrera a ver nacer a su hijo). Y los dos lograron los mejores tiempos. Puede ser una señal, porque en la guerra de los neumáticos la secuencia ha variado en poco tiempo. En los últimos años el monopolio fue de Michelin, pero fuimos viendo como poco a poco Bridgestone le recortaba terreno, hasta el punto de que eran temibles en calificación y en determinados circuitos como Sepang o Motegi. Puede que ahora, con el uso exclusivo de Bridgestone en la F1, la tortilla haya vuelto a su sitio cuando ya estaba por el aire dándose la vuelta. No se puede decir que lo de Capirossi haya sido problema de circuitos. La Ducati se ha venido caracterizando, cada vez menos, por dar un rendimiento altísimo en un circuito, y desaparecer en el siguiente (sin irnos muy lejos, en el GP de Malasia del año pasado, el mismo Loris peleó la victoria a Rossi hasta la línea de meta, y luego desapareció en Australia). Pero en Qatar, Stoner ganó; y en Jerez, Capirossi había arrasado en 2006.

Algo pasa con Capirossi, un piloto que habría peleado por el título si no se le hubiese cruzado accidentalemte en su camino la montonera famosa de la salida del GP de Cataluña. En los mentideros del paddock, medio en broma, se comentaba si no era algo relacionado con la paternidad (por cierto, que ya nació su hijo). Bromas aparte, mucho debe de estar sufriendo el italiano con la Ducati GP7. Para un luchador como él no debe de ser fácil. Y más viendo a su joven compañero resolviendo la situación mucho mejor que él.