250: Lorenzo, el campeón en su circuito favorito

No andaba Jorge Lorenzo con la mejor de las expresiones los días anteriores a la carrera del sábado. De hecho, sólo le noté con otra cara después de lograr la pole. Fue como una auto reivindicación para alguien que la necesitaba después de ver cómo se la estaban gastando los de alrededor. Nos dimos la mano por la tarde del viernes y le noté una sonrisilla de confianza. Y lo demostró en la carrera. Llevamos cuatro años viajando a Qatar: en 2004 ganó con la Derbi por delante de Dovizioso, saliendo desde la pole; 2n 2005, pole y segundo puesto con la Honda 250, por detrás de Stoner; en 2006, pole y victoria, ya con Aprilia; este fin de semana, otra pole y otra victoria. Espectacular. Es su circuito. Por eso todavía siento que hay que esperar para ver si esto va a ser un paseo militar o no. De Angelis hizo un carrerón, teniendo que remontar; Dovizioso sólo fue quinto, pero su moto no iba nada y aún así es suficientemente listo como para sacar unos buenos puntos; Bautista pagó la novatada; y Barberá confirmó una cosa: que quiere ganar. Héctor estaba enfadado por ser sólo tercero. Si a Lorenzo se le da de miedo Losail, a él no le gusta nada. El carenado de su Aprilia no estaba preparado para el viento que empezó a soplar a mitad de la prueba, y cuando sopla aire, se le cambia el carácter y no va nada cómodo. Es una rémora como la que tienen otros con la lluvia. En esas mismas condiciones, el año pasado habría desaparecido a puestos más humildes. Pero el sábado aguantó. (No hablo de la gran carrera de Luthi, también la de Takahashi sin sensibilidad en su pie derecho, ni del gatillazo KTM).

Jerez va a ser una buena piedra de toque. Si gana Lorenzo, será difícil pararle. Si no, el mundial puede ser apasionante.