Cambio de cara

Está lloviendo ahora mismo aquí en Jerez, y sólo un par de valientes, Chris Vermeulen y Olivier Jacque, están en la pista. Se nota como ha ido animándose el circuito con la llegada de MotoGP. De la soledad y tranquilidad del lunes cuando estaban los del cuarto de litro rodando al bullicio que se está empezando a vivir, hay mucha diferencia.

No he comentado nada de los primeros cuatro días. En 125 hay poco que decir, porque la realidad sólo está mostrando que no hay favoritos, todavía, y que puede haber mucha igualdad este año. El cuarto de litro ha subido, indudablemente, su nivel. Los que estaban, siguen; los que han llegado, vienen a tope; y alguno de esos que ya estaban, parecen distintos. Es el caso de Héctor Barberá. Héctor fue el más rápido en Jerez, y el que mejor ritmo demostró. Pero el detalle más interesante es la pareja que está formando con el técnico Rossano Brazzi, uno de los más reputados del campeonato. Brazzi hizo campeón a Rossi, Melandri, Poggiali… aunque ya lleva un par de años sin hacer nada. Ahora, el técnico italiano, al igual que el piloto español, ha recuperado la sonrisa. Ha confesado que se siente diez años más joven y que, desde que estuvo con Valentino, no había sentido algo así con un piloto… Viniendo de él es todo un comentario. Unir a Barberá a los Lorenzo, Dovizioso y Aoyama (más Luthi, Bautista o Kallio) es toda una noticia. Esperemos que él sepa aprovecharlo, porque seguro que eso hará que tengamos un 250 todavía más interesante.