La Vuelta al Mundo en MotoGP

miércoles, enero 24, 2007

Detalles desde el paddock tranquilo


Ya comenté durante los entrenamientos de pretemporada de noviembre, que la estampa de tranquilidad (a veces demasiada) que ofrece el paddock de los circuitos en estos tests es, cuanto menos, chocante si estás acostumbrado a ver el mogollón de los GGPP. Para empezar, todo está por hacer. Aquí en Jerez muy pocas motos están pintadas, y eso también toca a camiones, mecánicos, pilotos... El lunes por la mañana llegaba un camión de Aprilia, más el del equipo oficial Metis Gilera (Locatelli-Simoncelli), de los que bajaban las nuevas motos para 2007. Los mecánicos esperaban a que bajase la rampa para ver a quién le correspondía cada máquina: primero la de Olivé, luego una para los finlandeses de la escudería Ajo Motorsport, la RSA de Faubel (con medio carenado negro y medio carenado con la bandera de España que pintó Bautista para Portugal y Valencia), la RSA de Gadea (a la inversa que la de su compañero de equipo), la RSA de Pasini.


Barberá, De Angelis y Lorenzo recibían un nuevo chasis, y algunas piezas más. El campeón del mundo de 250 sí que estaba "completo", a falta del número 1, que no presentará hasta el día 15 en Madrid, y que tiene un diseño nuevo. Esta mañana estaba consultando al que pillaba qué color podría quedar mejor. Por cierto, que me ha hecho cierta gracia cuando Jorge se ha cruzado con Héctor Barberá como le ha dado una palmadita en la espalda, le ha sonreído y le ha echado una sonrisa amistosa. Al final, los enfrentamientos (que son reales) terminan quedando en nada cuando pasa el tiempo y cambian las circunstancias.


Hasta las 14 no ha salido nadie a la pista (excepto el par de vueltas de Vittoriano Guareschi, probador de Ducati). El primer valiente ha sido Aleix Espargaró. Y es que hoy el circuito ha amanecido mojado y con una temperatura bajísima, condiciones prácticamente inútiles para rodar. Ha salido un poco el sol. Son las 14:39 por mi reloj, y sólo tres pilotos están en pista: Pol Espargaró, el rumano Robert Muresan y el holandés Hugo Van den Berg. No parece que vaya a dejar demasiadas cosas este día...