El GP de las dudas

Ya lo han dicho los pilotos por activa y por pasiva: el verdadero Mundial de MotoGP empieza en Turquía. Es el primero de los circuitos del calendario que no han pisado las 800 (lo hicieron en Motegi, Sepang, Valencia, Jerez, Losail, Phillip Island, y la Ducati también en Brno y Mugello) y todas las novedades que han traído. Yo me quedo como ejemplo con la Yamaha. En Qatar tuvieron un clarísimo problema de potencia debido en gran parte a que se tuvo que capar a la M1 para no tener problemas de consumo; en Jerez hicieron una mala elección de neumáticos que les hizo sufrir mucho durante el viernes y el sábado, y que casi se puede decir que arregló el cambio de temperatura de los dos primeros días respecto al de la carrera. Ganó Rossi y Edwards subió al podio, pero en el box pasaron las de Caín. Si nos ponemos en la situación de 2006, recuerdo que sufrimos unos cambios climáticos bastante drásticos de unos días a otros. El día de la calificación llovió, y durante la prueba hizo más calor que en alguno de los entrenamientos. Elegir bien los neumáticos, casi diría que dando un buen equilibrio a los diferentes tipos de compuestos de que se dispone este año, puede ser fundamental. ¿La potencia? Turquía es un circuito para la F1. Y si nos ponemos a pensar en Shanghai, ¡madre mía con la recta de atrás! Ducati exhibió un poderío apabullante en Qatar, que podría ayudarle, y mucho, este fin de semana. Se supone que tanto en HRC como en Yamaha han aprovechado este parón de casi cuatro semanas para ponerse las pilas en ese aspecto concreto. Veremos. Reconozco que, a día de hoy, no sabría muy bien con qué carta quedarme para Istambul Park. Eso sí: espero que la carrera me divierta más que las dos primeras.