Resaca tardía
Tener un blog te permite poder escribir lo que quieras y cuando quieras. Una maravilla. Tener estropeada la conexión a internet te lo fastidia todo en un periquete. En fin, no tengo nadie a quien decir nada, pero no me gusta tardar tanto en actualizarlo. Y menos después de las carreras del domingo. ¡Qué pasada! De lo mejorcito que he visto como espectáculo completo en los 4 años que llevo haciendo esto del Mundial. Como las carreras están bastante vistas y comentadas, me quedaré con detalles. Son detalles de lo que comentábamos el grupo de gente que vemos juntos cada una de las pruebas.
En 125 todavía nos impresionábamos de la regularidad de Álvaro Bautista, que no fallado ni una vez: ha estado en disposición de ganar las seis carreras que llevamos. Esta vez fue una milésima. Le pregunté a cuánto calculaba más o menos que iba cuando pasó la línea de meta. Me dijo que a unos 200km/h, así que hice una regla de tres y me salieron unos 5cm. Un compañero encontró el dato exacto de velocidad dado por la telemetría y encontró 5,7cm. Vaya cosas que buscamos… Por lo visto, y no lo he probado, en internet puedes descubrir que un mechero Bic de los pequeños mide 5,7cm. Una curiosidad. Alguno dirá, una chorrada.
En 250 comentamos un par de cosas. Una, obviamente, la victoria de Lorenzo y lo que traía consigo. Desagradable. En esto de Lorenzo lo que no me gustó fue lo solo que parecía sentirse Barberá con el protagonismo desmadrado que abarcó su compañero con esta “especial” victoria. Lo otro que hablamos era más gracioso. Hablamos de Jordi Carchano. Que conste que no tengo nada en su contra. Pero está en el Mundial a base de pasta, la que tiene su padre. La última viene por su cambio de equipo. Corría con una Honda de una escudería española que se llama Stop & Go. Decidió que el problema era la moto, así que le pidió a papá una Aprilia, con la que afirmaba rotundo que podía ganar. O estar arriba, más bien. Después de dejar medio tirados a su antiguo equipo, se vio este fin de semana en la tesitura de vivir una especie de cutre duelo con el piloto que había cogido su Honda, un argentino de nombre Fabrizio Perren que no se había subido a una 250 en su vida y que encima lo tenía que hacer en el dificilísimo Mugello, para añadir algo más, territorio Aprilia. Carchano no estuvo delante de Perren prácticamente en ningún entrenamiento y en la carrera, el catalán se cayó dos veces, mientras que el argentino sumaba un puntito. Lo que no había conseguido con esa misma moto Carchano en 4 carreras. Da que pensar.
Para cerrar, en MotoGP sólo recuerdo esto: ¡qué bien nos lo pasamos!
En 125 todavía nos impresionábamos de la regularidad de Álvaro Bautista, que no fallado ni una vez: ha estado en disposición de ganar las seis carreras que llevamos. Esta vez fue una milésima. Le pregunté a cuánto calculaba más o menos que iba cuando pasó la línea de meta. Me dijo que a unos 200km/h, así que hice una regla de tres y me salieron unos 5cm. Un compañero encontró el dato exacto de velocidad dado por la telemetría y encontró 5,7cm. Vaya cosas que buscamos… Por lo visto, y no lo he probado, en internet puedes descubrir que un mechero Bic de los pequeños mide 5,7cm. Una curiosidad. Alguno dirá, una chorrada.
En 250 comentamos un par de cosas. Una, obviamente, la victoria de Lorenzo y lo que traía consigo. Desagradable. En esto de Lorenzo lo que no me gustó fue lo solo que parecía sentirse Barberá con el protagonismo desmadrado que abarcó su compañero con esta “especial” victoria. Lo otro que hablamos era más gracioso. Hablamos de Jordi Carchano. Que conste que no tengo nada en su contra. Pero está en el Mundial a base de pasta, la que tiene su padre. La última viene por su cambio de equipo. Corría con una Honda de una escudería española que se llama Stop & Go. Decidió que el problema era la moto, así que le pidió a papá una Aprilia, con la que afirmaba rotundo que podía ganar. O estar arriba, más bien. Después de dejar medio tirados a su antiguo equipo, se vio este fin de semana en la tesitura de vivir una especie de cutre duelo con el piloto que había cogido su Honda, un argentino de nombre Fabrizio Perren que no se había subido a una 250 en su vida y que encima lo tenía que hacer en el dificilísimo Mugello, para añadir algo más, territorio Aprilia. Carchano no estuvo delante de Perren prácticamente en ningún entrenamiento y en la carrera, el catalán se cayó dos veces, mientras que el argentino sumaba un puntito. Lo que no había conseguido con esa misma moto Carchano en 4 carreras. Da que pensar.
Para cerrar, en MotoGP sólo recuerdo esto: ¡qué bien nos lo pasamos!
2 Comments:
Celebro que hayas resuelto tus problemas cibernéticos. Me estoy volviendo un adicto a tu blog y heché en falta tu post de las carreras. Post que, leido finalmente, me parece analítico y certero. Y original (bueno, no me gusta pasarme con las alabanzas pero me placen los comentarios con personalidad a lo Dennis Noyes). Saludos.
By Desmodrònic, at 11:19 p. m.
Lo siento, erré ortográficamente: heché, me dicen sin hache.
By Desmodrònic, at 11:22 p. m.
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