Ya estoy en Jerez...

Ayer a las 14 llegué a Jerez. Este año me vine en mi coche y por la carretera ya se iban viendo a los motoristas acercarse al Circuito. Esto es como La Meca para los moteros. Una auténtica peregrinación año tras año. Da igual lo que pase, no falta nadie. Mañana y pasado la cosa se va a poner imposible. Para trabajar, incómodo. Como ambiente inmejorable. Los pilotos andaban de un lado para otro, entre nerviosos e ilusionados. A los españoles sí que se les ve con ganas, sin demasiadas dudas. Eso está bien porque a Jerez el año pasado llegamos con demasiados problemas y eso se notó en las sensaciones y en los resultados. Ahora te encuentras con Álvaro Bautista, y le ves relajado y sonriente. Lo mismo sus compañeros del equipo de Aspar. O Barberá y Lorenzo, pese a no hablarse entre ellos, están deseando que todo vaya en serio. Incluso Sete Gibernau parece distinto. Pedrosa nunca ha sido la alegría de la huerta, y sobre todo intenta mandar un mensaje de "todos tranquilos, que yo sólo me he marcado terminar la carrera" que pocos se creen. Es el rey de Jerez, por encima incluso de Rossi. Todo el mundo le espera, y es normal. De la expectativa que levante aquí va a depender mucho el tirón que vaya a tener este Mundial. Si el domingo apunta que puede estar ahí, los aficionados "variables" (los no fijos que se levantan a la hora que sea cada domingo) van a prestar menos atención a la competición.

A estas horas ya han terminado los primeros libres. Todo el mundo sigue con las mismas ganas. Llovió esta noche, la pista está muy sucia, y no se ha podido ver cómo está realmente cada uno. Porque una cosa es un entrenamiento de pretemporada con 8 horas y sin excesiva presión, y otra cosa es meterte con todo el mundo en la pista con sólo 45 minutos por delante. Acaba de empezar el primer entrenamiento oficial, el de 125cc. Por cierto, Rossi ni siquiera ha salido a la pista porque no le servía para mucho. A ver cómo salen de hoy...