El adelantamiento

Me lo pasé como un enano viendo las carreras de 125 y 250 este fin de semana. En las últimas vueltas se respiraba muchísima adrenalina, y era imposible saber qué pasó. La del cuarto de litro dejó un final extraño. Nadie se podía imaginar que el adelantamiento por dentro de Álvaro Bautista a Jorge Lorenzo terminase con el mallorquín en el suelo. Me imagino que habrá opiniones para todos los gustos. La frenada de Álvaro fue dura, pero creo que el error fue de Lorenzo por no levantar la moto y pensar que le podía aguantar. Se cayó por entrar demasiado inclinado en el cesped artificial, y eso era evitable. Creo que Jorge cometió cuatro errores este fin de semana: tres de bulto y uno menor. El primero, el que he dicho de no rectificar la maniobra; el segundo, meterse en el retrobox a pagar con todo lo que estaba por allí su cabreo, inconsciente de que se le sigue a todas partes, recordando al de hace más o menos un año. El último de los que veo como graves fue forzar a su equipo a reclamar. Todo el mundo sabía que no tenía sentido, y no creo que eso ayude mucho a su imagen. El error menor, que podía haber tenido consecuencias más graves fue el de los entrenamientos, el quedarse sin casco ni guantes esperando que la pista se secase, mientras el resto se pegaba por bajar los tiempos. La dirección de carrera le salvó, pero, y aunque no creo mucho en esas cosas, el domingo puso las cosas en su sitio.

Ahora, habrá que esperar pocos días, tres más para los entrenamientos, cinco para la carrera, para saber qué dimensión ha alcanzado éstos en la cabeza de Lorenzo. Espero que poca, porque va muy sobrado y el título lo puede firmar cuando quiera. Por parte de Bautista no habrá problema. Él no engaña: es como se le ve en la tele. Nunca ha tenido ninguna bronca con nadie. Y no es el momento.