La espera

Es sábado, y son las 10:15 en Qatar. Hace ya un par de horitas que estoy por el circuito para afrontar la clásica espera antes de la carrera. Es una sensación rara porque realmente hasta que en 1 hora y 45 minutos salgan los pilotos de 125cc no hay mucho que hacer. Sólo apuntalar el trabajo que se hará después de que termine todo. Las carreras son muy intensas. Nada más terminar todo es un ir y venir en busca de los protagonistas, y de los que no lo han sido para intentar sacar el máximo jugo a lo acontecido. Así desde (en el caso de hoy) las 12 hasta las 16, más o menos. Antes de las pruebas los pilotos saltan durante 20 minutos a la pista para el warm up, el calentamiento. De ahí se pueden sacar pocas conclusiones. Hoy hace mucho viento en Losail, algo bastante determinate en un circuito tan expuesto y sobre todo por el desierto: se levanta mucha arena que empeora las condiciones de la pista. Sólo queda esperar. Esperar a que Álvaro Bautista confirme su dominio (si gana romperá un maleficio que viene desde 2002 por el que no se repite el ganador de una carrera de 125cc desde hace 56 GP), o que alguno de los otros seis españoles que salen en los 11 primeros puestos nos den más alegrías; esperar a que Lorenzo y Barberá se peleen por la victoria, algo que ya esperábamos en Jerez, y que nos permitan seguir siendo protagonistas; y esperar a que alguna de estas preguntas se contesten: ¿volverá Pedrosa a sorprender? ¿confirmará Elías que ya está preparado? ¿seguirá Stoner siendo la revelación del GP? ¿dará un golpe sobre la mesa Valentino? ¿Capirossi? ¿Sete? Con tantas respuestas por cazar es normal que estos momentos se vivan con cierto nerviosismo. ¿No?