La Vuelta al Mundo en MotoGP

lunes, febrero 20, 2006

250cc: de nuevo nuestra mejor baza


Ha sido la categoría que ha dado al motociclismo español los dos títulos mundiales que se han logrado en las dos últimas temporadas, y por como se presenta en 2006 no hay que descartar que lo revalidemos. Son dos los pilotos españoles aspirantes a ocupar el trono de Dani Pedrosa: Jorge Lorenzo y Héctor Barberá.

El cuarto de litro tiene la peculiaridad, por llamarlo de alguna manera, de que es una categoría en que puede haber pocas sorpresas. Sólo aquellos que dispongan de material oficial tienen opciones reales de pelear por los podios, las victorias y el campeonato. Y son tres las fábricas que otorgan esa condición: Honda, Aprilia y KTM. A la marca austríaca casi se la puede descartar, porque hoy por hoy no tiene ni unas motos fiables de 250cc, ni parece que Manuel Poggiali e Hiroshi Aoyama estén capacitados a priori a luchar por el título (es cierto que Poggiali es dos veces campeón del Mundo, pero su paso por el 125 ha sido algo más que gris y nadie cree que su cabeza esté en condiciones). Así que repasando Hondas y Aprilias oficiales tendremos el grupo de favoritos. Dos por Honda, Andrea Dovizioso y Sebastián Porto (Yuki Takahashi, compañero de Dovi puede dar alguna batalla, y el también japonés y hermano de Hiroshi, Shoei Aoyama, no pasa de imposición de la todopoderosa marca nipona al equipo de Alberto Puig); y tres por parte de Aprilia, Jorge Lorenzo, Héctor Barberá y Alex de Angelis.

De la pretemporada se pueden sacar pocas lecturas. Los favoritos no han coincidido en la pista, y las Aprilia han rodado por un lado y las Honda por otro (Dovizioso sí estuvo con Lorenzo, Barbérá y De Angelis en Estoril la pasada semana, pero ahí mandó la climatología). Así que si hay que ver cómo llegan estos pilotos habrá que tirar también del histórico. Uno a uno:

- Jorge Lorenzo fue el más fuerte de todos el año pasado, aunque no fuese el que terminó más alto en la clasificación del mundial. El cambio a Aprilia es importante, porque la Derbi de 125, y la Honda del año pasado tenían más similitudes entre ellas. Es el piloto número uno de la fábrica, tiene una ambición a veces desmesurada y sobre todo una confianza en sí mismo brutal. Como esté bien será un espectáculo.

- Héctor Barberá fue el que peor lo hizo de estos pilotos en 2005. No se sintió cómodo en ningún momento con la Honda y ahora regresa a Aprilia, su casa. Conoce la máquina a la perfección, por fin se le ve sonreir y con la confianza que le llevó a lograr el subcampeonato de 125cc. Si se divierte, es feliz, y si es feliz nos lo transmitirá a todos y a buen seguro que disfrutaremos de lo lindo.
- Alex de Angelis es el tercero en el escalafón Aprilia. Es muy rápido y está capacitado para lograr unas cuantas poles. Pero no ha ganado ni un solo gran premio en su carrera deportiva. Ahí falla, en carrera. Dicen que se le ve más centrado que nunca y seguro que necesita concentrarse a tope porque De Angelis no destaca precisamente por su buena cabeza.
- Andrea Dovizioso es el que mejor entiende un campeonato del Mundo. Tiene una mente ideal para ser campeón, sabiendo sacrificar posibles resultados brillantes por resultados seguros que le sirvan para hacerse la foto de los campeones en Valencia. Es el único que ha dominado la Honda 125cc diseñada para que Pedrosa fuese campeón. En la fábrica japonesa lo saben y por eso le tienen justo detrás de Dani en su lista de futuro inmediato.
- Sebatián Porto tiene a su favor que es el que más experimentado de todos. Las ha visto de todos los colores y siempre le pasan cosas extrañas durante la temporada. Se ha arriesgado a volver con Honda y con Puig. Puig tiene poder en la fábrica, pero tendrá Porto que apretar desde el principio si no quiere encontrarse con la alargada sombra de Dovi.
A partir de Jerez se desvelarán muchas dudas. Los IRTA de la semana que viene darán pistas más claras. Pero a priori sería un error no sentarse frente al televisor cuando llegue el turno del 250cc porque podemos llevarnos muchas alegrías, y seguro que más de un subidón de adrenalina.